La
Constitución política del 1991 reconoció la naturaleza multiétnica de la Nación
colombiana. Art. 7 C.P dando lugar a la adopción del principio fundamental de
respeto a la diversidad étnica y cultural.
En ese
escenario, el Estado colombiano ha reconocido la importancia y la inaplazable
necesidad de garantizar la existencia de comunidades culturales diversas, como
elemento esencial de la nacionalidad; reconociendo los derechos que tiene las
personas y los grupos humanos diversos culturalmente. En este sentido dice la
corte constitucional, “….definir su identidad, no como ciudadanos, en el
concepto abstracto de pertenencia a una sociedad territorial y a un Estado
gobernante, sino una identidad basada en valores étnicos y culturales concretos”.
En el contexto multicultural mencionado, el principio de
igualdad ante la Ley (art 13 C.P) comporta una transformación significativa a
partir del reconocimiento del derecho a la diferencia, y en particular, en
relación con la adopción del derecho de todos los colombianos a la
diferenciación positiva, el relativismo cultural y del pluralismo jurídico.
En otras palabras, el principio de igualdad ante la ley es donde se establece el reconocimiento a la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana, sin perjuicio de garantizar a los pueblos indígenas y a las demás comunidades colombiana diferentes culturalmente, todos los derechos que se le reconocen a los demás ciudadanos, prohibiéndose cualquier forma de discriminación en su contra.
En conclusión, el respeto a la diversidad étnica y cultural implica la coexistencia, en un mismo cuerpo normativo, de dos realidades complementarias: los derechos fundamentales de la persona, y los derechos fundamentales de las colectividades a ser diferentes.
En otras palabras, el principio de igualdad ante la ley es donde se establece el reconocimiento a la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana, sin perjuicio de garantizar a los pueblos indígenas y a las demás comunidades colombiana diferentes culturalmente, todos los derechos que se le reconocen a los demás ciudadanos, prohibiéndose cualquier forma de discriminación en su contra.
En conclusión, el respeto a la diversidad étnica y cultural implica la coexistencia, en un mismo cuerpo normativo, de dos realidades complementarias: los derechos fundamentales de la persona, y los derechos fundamentales de las colectividades a ser diferentes.
Sociedad multiétnica:
Todas las grandes ciudades pueden ser
consideradas sociedades multiétnicas, incluso aquellas en la que el odio racial
y la intolerancia étnica son frecuentes. También, muchas naciones que todavía
hoy son consideradas mono étnicas tienen sus orígenes en un proceso más o menos
violento de fusión o mezcla.
Sociedad pluricultural:
Toda cultura es básicamente pluricultural. Es
decir, se ha ido formando, a partir de los contactos entre distintas
comunidades de vidas y que aportan sus modos
de pensar, sentir y actuar. Evidentemente los intercambios culturales no tendrán todas las
mismas características y efectos; pero es a partir de estos contactos que se
produce el mestizaje cultural, una cultura no evoluciona si no es a través del
contacto con otras culturas. Pero los contactos entre culturas pueden tener
características muy diversas.
Evidentemente cada cultura puede tener formas de
pensar, sentir y actuar en las que determinados grupos se encuentren en una
situación de discriminación, pero si aceptamos que no hay una jerarquía
entre las culturas estaremos postulando el principio ético que considera que todas son igualmente dignas y
merecedoras de respeto.
Un país que por décadas ha optado por negar las
practicas racistas en todas sus manifestaciones, despierta sorprendido por la
decisión que optó el legislador en aprobar por unanimidad en la cámara de
representantes el proyecto de ley que penaliza cualquier acto de discriminación
en Colombia por razones de raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología
política o filosófica, sexo u orientación sexual.
Para muchos ciudadanos, el legislador se ha
sobreactuado en su concepción de expedir leyes, para otros, esta ha sido una
oportunidad histórica, con la cual aquellas conductas que propendían por
menospreciar al ser humano al punto de rebajar moralmente y dignamente su
estima! No sigan ocurriendo en el país; para el caso de las comunidades
afrocolombianas, grupo mayoritariamente discriminado en una sociedad donde
parece estar viva la simpatía con el nacionalsocialismo alemán y el falangismo
español, esta es solo una puntada en el descosido tejido social, que no logra
dar solución alguna; con ello manifiestan los lideres afro, que el discurso
punitivo asumido con entusiasmo por el legislador, debe ir acompañado de una
serie de acciones que propendan que tales actos no sigan ocurriendo, dado que
la mano dura debe ir seguida de otras acciones, porque lo que se pretende
castigar hoy es la manifestación de un problema histórico, la solución, obligatoriamente,
debe requerir un esfuerzo de iguales dimensiones. En la medida en que la
sociedad colombiana es la protagonista de esta triste historia, todas las medidas
que se adoptan en la ley deben ir dirigidas a emprender acciones de tolerancia,
y del reconocimiento del otro en lo ya conocido como capacitación desde la
diferencia.
No es un secreto que los negros en Colombia no han
partido ni están en el mismo partidor que los demás. Ha sido la discriminación
la que no ha permitido que los negros se desarrollen en la misma medida de los
otros sectores reciales. Lo cual se ve reflejado en el muy licitado mapa de la
pobreza, el cual coincide que en Colombia los territorios donde viven los
negros, sea donde golpea con mayor fuerza la pobreza.
En tal sentido, podemos aseverar que a pasos lentos
y a regañadientes hoy en Colombia se inicia a vislumbrar una nueva nación para
los menos favorecidos, que los principios rectores del estado social de
derecho, que aún están lejanos se ven venir.
Esperamos entonces, que una vez surta el trámite de
conciliación ante Senado, pase a sanción presidencial y entre en vigor, todas
las personas que a diario sufren discriminación por diferentes índoles accedan
a denunciar.